sábado, 9 de mayo de 2009

LLAMARADA SHOW EN EL FESTEJO


Viernes 8 de mayo... Cuatro dias después de la angustiosa clasificacion (por como se dio y no por el resultado) continuaba la locura generalizada en el plantel por el logro obtenido... Logro que no fue tan facil conseguir ya que algunos equipos armados para cosas importantes no pudieron acceder a la segunda fase... Entonces que mejor que un asado!!!
Diez de la noche y el arquero, el Capitan y Llamarada aguardaban el colectivo que los transporte al lugar de la celebración, la casa del Bufalo Montali. Lugar de parrilla generosa para complementar con una gran comida la sed de descontrol y fiesta de ñlos jugadores (especialmente uno)... supongo que ya saben quien, ¿no?
Llegó el hijo mayor de Flechita Yabran y se largó... Llegó Ruso y empezó la noche, ¡5 eramos! Esto habla de que falto la mitad del equipo... Esperamos que para la proxima repunten o sino... ¡AL BANCO!
Después de cuatro horas que sirvieron para fortalecer la relación del grupo. La confirmación de que el grupo está intacto fue el preludio del descontrol. Un viaje algo incomodo y sobre todo con mucho contacto (por algo el color de la camiseta), y a Bolchevique, ¿para variar no?
Solo unos segundos bastaron para llegar a la barra del lugar y que el volante central se ponga el equipo al hombro (como los lunes, jaja), y al solicitar desaforadamente toc toc encabezo la ofensiva. Se armo la ronda, 4 vasos, y ahi aparecieron el delantero goleador y la muralla ucraniana para acompañar al crack Llamarada (que tomo dos! y luego dos mas! Por eso el final...) en su habitual aventura etilica. Los jarros cayeron tan repetidamente como los goles del último partido (aunque fueron más de seis). Dos horas repletas de bromas y muy buena onda, aunque empañados por una agresión que sufrió el estandarte del equipo (fue alcanzado por un vaso de cerveza).
La música se apagó, la barra no expendía más tragos, y los seguridad expulsaban a los jugadores (algunos de ellos acostumbrados a esta situación). Esta escena causó el enojo en el goleador, acostumbrado retirarse de los locales bailables con los rayos del sol estrellandose en su frente. Pero bueno, habia que irse (no a dormir, obvio), y Llamarada sugirió (a su manera) concurrir a Hill Cloud, segunda casa del numero 50. Y allá salimos, pero lo que tendría que haber sido un camino al after terminó siendo un unipersonal de Llamarada por las calles de Córdoba. Caños, taquitos y gambetas en una actuación para sacarse el sombrero. Ante la imposibilidad de entrar al templo, Los Topus procedieron a retirarse muy a su pesar. Tres de ellos se fueron a descansar y ponerse a pensar enm el proximo partido (o festejo), mientras que los otros dos tuvieron que ir a remar a la radio (¿o no Bufalo?) en un estado no muy apropiado para conducir un programa.
Como Llamarada no llegó a ir a hablar a la radio como prometió, la noche terminó ahi. Así pasó el festejo por la clasificación. Ojalá no sea la última y sigan las victorias... O al menos que sigan los festejos!!!

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